¡Si al menos en este día supieras Jerusalén cómo encontrar lo que conduce a la paz! Pero eso está ahora fuera de tu alcance. Días vendrán en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te pondrán sitio, te atacarán por todas partes y te destruirán junto con todos tus habitantes. No dejarán piedra sobre piedra, porque no supiste reconocer el momento en que Dios quiso salvarte.
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