UN DÍA DE FIESTA

Todo comenzó por la mañana temprano, día claro y soleado de una belleza insultante, la luz que derramba el cielo parecía  caer a espuertas con una suavidad inusitada, todo hacía pensar que sería un día especial, y así fue, entre risas y chazas fue discurriendo la jornada aderezada con alcohol y  comida, todo resultó magnífico y hasta un precioso atardecer lleno de nostalgía por ese día que ya jamás íbamos a recuperar, pero esos momentos intensos vividos con placer quedarán en nuestras retinas para siempre y esperando el nuevo día en que otra FIESTA nos permita estar guntos y disfrutar de nuestras amistades que a fin de cuentas es uno de los tesoros más preciados que tenemos. Demos gracias por ese día tan formidable y miremos al futuro con esperanza.